Inspirado en parte por Evenson et al. (2000) J. Androl. 739-746.
Caso: David estaba ocupado y no recibió la vacuna contra la gripe. En el invierno, se enfermó con una fiebre muy alta, diagnosticada como influenza. David decidió no tratar su fiebre basándose en la idea de que este síntoma ayudaría en el proceso de curación. Él y su esposa estaban interesados en tener hijos, y estaba siendo examinado regularmente para determinar la viabilidad de los espermatozoides. David y su médico se sorprendieron de que la viabilidad de sus células espermáticas cayera precipitadamente después de su ataque de gripe y no se recuperó a su nivel anterior a la gripe durante varias semanas. El médico examinó las células microscópicamente para tratar de comprender lo que había sucedido e informó que la estructura de la cromatina en el núcleo parecía inusual y estaba más dispersa que en muestras anteriores (que el médico había almacenado para un análisis posterior). Después de que David se recuperó por completo de la gripe y volvió a la normalidad, David adquirió un virus estomacal que arrasó con sus compañeros de laboratorio, pero no causó fiebre alta. Preocupado, su médico examinó sus células nuevamente y encontró viabilidad normal.
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